En el año 1992, a través de un exhaustivo concurso, el gobierno alemán eligió a la oficina de arquitectura de Norman Foster para ser la responsable de la renovación de la sede del Parlamento Alemán, ubicado en la Plaza de la República de Berlín.

La oficina Foster + Partners fue elegida de entre 20 firmas de todo el mundo, luego de un radical e inesperado cambio de planes en la etapa finalista, en el que los organizadores se vieron obligados a disminuir el presupuesto y las firmas debían adecuar nuevamente sus propuestas.

Dicho cambio impulsó a Foster y su equipo a crear una cúpula novedosa desde cero que regulara el clima interno y al mismo tiempo permitiera la interacción pública (enfatizando la reconocida transparencia burocrática de Alemania).

Al ser una obra que pone en alto la identidad nacional y mejora las condiciones de habitabilidad, Norman Foster logró un amplio reconocimiento mundial hasta llegar a ser ganador de un premio Pritzker en 1999, además de muchos otros reconocimientos.