Brillantes luces flotantes y una etérea decoración se encuentran entre la mágica decoración de este restaurante de alta gama ubicado en Copenhague.
Ofreciendo exclusivamente un menú de 50 platillos, Alchemist fue diseñado por Studio Duncalf para llevar a los comensales tanto en un viaje físico como intelectual.
Los comensales ingresan al restaurante a través de una puerta de bronce de tres metros de altura que ha sido tallada para simular ramas enmarañadas. Inmediatamente, los visitantes se sumergen en un espacio estilo galería.
A un lado de la sala principal de 14 metros de altura está dominado por una bodega de vidrio de tres pisos con 10 mil botellas. En tanto, las lámparas colgantes de latón de cuatro metros de largo cuelgan del techo iluminando los asientos debajo, los cuales están vestidos en terciopelo rosa y azul marino.
En el techo, una cúpula de 18 metros de diámetro proyecta imágenes en movimiento que van desde un cielo nocturno, una aurora boreal o un enjambre de medusas flotando en el océano.