La firma de iluminación mira al pasado y plantea un homenaje al fuego y luz natural con su nueva colección. Lleva las firmas de Ilse Crawford, David Chipperfield, Jasper Morrison y John Pawson.
Queriendo dar “un paso atrás en la historia”, Wästberg ha lanzado una fuente de luz que no requiere electricidad. Nace como homenaje al fuego, y por extensión a la especie humana.
En palabras de Magnus Wästberg, fundador y CEO de la marca, Holocene es “el periodo en que el hombre vivió en armonía con la naturaleza, fue cuidadoso con los recursos, cuidó y respetó el fuego sin permitirle descontrol… ni literal, ni simbólicamente”.
Holocene No. 1 de Ilse Crawford, la diseñadora creó una lámpara de aceite inspirada en la tradición. Su forma clásica de cuenco permite sacar a relucir la plasticidad de un material como el latón.
Holocene No. 2 de David Chipperfield, diseñada por el arquitecto británico, el aspecto cilíndrico de ésta permite una tamización de la luz interesante para una lámpara de aceite.
Holocene No. 3 de Jasper Morrison, una simple protuberancia para sostener una sola vela alta.
Holocene No.4 de John Pawson, firma un farol de acero inoxidable y aluminio con un tambor mate y un núcleo pulido en su interior para mejor reflejo de la luz. Fácil de transportar. Un objeto mínimo, sin adorno, al estilo del arquitecto.