Saint Laurent y Anthony Vaccarello presentan cuatro piezas inéditas de Charlotte Perriand, celebrando su modernismo sensible y profundamente arraigado en la artesanía y el contexto cultural.
La diseñadora y arquitecta Charlotte Perriand regresa al centro del diseño contemporáneo gracias a una colaboración entre Anthony Vaccarello y Saint Laurent, que reproduce por primera vez cuatro piezas inéditas concebidas entre 1943 y 1967.
Presentadas en preestreno durante la última Semana del Diseño de Milán, estas creaciones reflejan el enfoque intercultural de Perriand y su visión de un modernismo sensible, lejos de los dogmas estéticos universales.
Más allá de su fama por colaborar con Le Corbusier, Perriand trabajó a lo largo de su vida en los márgenes entre lo industrial y lo artesanal, entre Oriente y Occidente. Cada una de las piezas relanzadas revela una respuesta específica al lugar, los materiales y las culturas donde fueron concebidas.
El Fauteuil Visiteur Indochine (1943) es una silla diseñada durante su estancia en Vietnam como Directora de Artesanía bajo la administración colonial. Combina una estructura tubular modernista con la suavidad de un cojín tailandés, fundiendo la racionalidad europea con el confort y el arraigo local.
La Biblioteca Río de Janeiro (1962), realizada en palisandro brasileño y caña tejida, fue un encargo personal para su esposo. Refleja el interés de Perriand por el mobiliario modular y su respeto por las técnicas artesanales vernáculas, en diálogo con arquitectos como Lina Bo Bardi y Lúcio Costa.
La Mesa Mille-Feuilles (1963), de estructura cilíndrica estratificada en cerezo y palisandro, evoca tanto la repostería japonesa como los estratos geológicos, y hasta ahora era considerada impracticable por su complejidad técnica. Su realización actual es un hito que celebra el diseño como un acto de paciencia y contemplación.
Finalmente, la Banquette de la Résidence de l’Ambassadeur du Japon à Paris (1967), un sofá de cinco plazas con base de siete metros en palisandro, fue concebida para la residencia del embajador japonés en París. La pieza captura la serenidad y elegancia del espacio tradicional japonés, con claras referencias al engawa y al trabajo de arquitectos como Junzō Sakakura.
Lejos de reinterpretar estas obras desde una perspectiva contemporánea, Vaccarello ha optado por permitir que las intenciones originales de Perriand hablen por sí mismas, usando materiales fieles y proporciones precisas.
La colaboración con Saint Laurent no representa una apropiación estética, sino una continuación de afinidades históricas: Yves Saint Laurent coleccionaba obras de Perriand, y Pierre Bergé apoyó retrospectivas clave de su carrera.