Declarado como patrimonio mundial de la humanidad por la UNESCO en el año 1994, el Castillo de Quedlinburg, ubicado en el corazón de la ciudad de Quedlinburg, Alemania, fue la primera estructura que se construyó en la ciudad.
A partir de la construcción del castillo, en la ciudad de Quedlinburg se edificaron en un lapso de 6 siglos un total de 1200 casas, una gran plaza de mercado y una iglesia diocesana.
Para la construcción del castillo se tomó como base la colina más alta de la región, posteriormente se elevaron mansiones individuales una a continuación de la otra, lo que permitió que se unieran por medio de dos torres elevadas 40 metros sobre el suelo formando un solo complejo.
Durante un gran periodo de tiempo el recinto albergaba a los regidores de Quedlinburg y a la familia real, hoy en día da lugar a un importante museo y es el lugar más visitado de la región.