El rascacielos neoyorkino que marcó tendencia en 1958.
La tendencia modernista de mediados del siglo XX marcó un precedente para el lenguaje arquitectónico en el paisaje urbano de Nueva York. Ludwig Mies van der Rohe, arquitecto alemán fundamental para la Bauhaus, intervino en el pensamiento norteamericano al traer los principios europeos, y el Seagram es un ejemplar de este suceso.
Este edificio tiene un predio que abarca desde la acera de la calle Park Avenue, sin embargo, a diferencia de todos los edificios que le rodean, su lobby está precedido por una plaza pública con fuentes y bancas; la entrada al edificio es una planta libre con decoración diseñada por el contemporáneo arquitecto Phillip Johnson.
La fachada se caracteriza por elementos estructurales verticales que recorren la altura completa para dar soporte y sujeción a los ventanales corredizos, que lucen en bronce revestido de negro; los interiores, a cambio, reflejan la pureza de cada planta en un blanco absoluto dividido por su característica cancelería negra.