Una de las obras arquitectónicas clásicas más visitadas, que además de ser una obra de arte, atesora algunas otras.
En 1626, transcurridos más de 150 años, se terminó de construir la majestuosa Catedral de San Pedro, en el Vaticano. Esta catedral tomó tanto tiempo debido al exhaustivo trabajo y la cantidad de cambios que tuvo la obra. Rafael Sanzio, Miguel Ángel y Antonio da Sangallo son algunos de los artistas que colaboraron en la creación de este bello edificio, llenándolo de arte, decoración y elementos religiosos. Miguel Ángel, diseñador de la famosa cúpula, se encargó personalmente de ella hasta su muerte, y posteriormente los arquitectos Giacomo Della Porta y Domenico Fontana fueron los que finalmente la terminaron. En cuanto al aspecto de la catedral, Carlo Maderno fue el encargado del diseño escenográfico de la fachada. Sin duda es una obra de arte en sí, además de ser el recinto de otras obras de arte, como La Piedad de Miguel Ángel.