La silla, con sus curvas orgánicas, invita a las personas a pensar en el mañana y en un futuro más verde.
A raíz del asilamiento como medida sanitaria por el riesgo de contagio de COVID-19, Eugeni Quitllet aprovechó al máximo el tiempo y creatividad crear Wild.
El diseñador español, quien se define a sí mismo como ‘disoñador’ −un juego de palabras entre diseñador y soñador− imaginó el asiento como un objeto que se quedó en el exterior. Todo comenzó cuando Quitllet se preguntó qué pasaría si dejaba uno de sus diseños en la naturaleza, sin intervención humana.
“En este momento, estoy viendo cómo la naturaleza está tomando su lugar en todas partes; en el mar, en el aire, en el suelo, en la ciudad… ¡Ahora en el diseño!”, explicó el también colaborador de Vondom.
Bautizada con el nombre de Wild, Eugeni Quitllet presentó una silla que por el momento solo existe de manera virtual, a la espera de una nueva era que apenas comienza.