Se trata de una obra de arte en continuo cambio bajo la misma premisa: El ciclo de nacimiento y muerte se repite a perpetuidad.

La instalación Flowers and People cannot be controlled but live together- trascending boundaries, a whole year per hour, presentada en Superbule Miami, no es una imagen pregrabada que se reproduce; sino que es creada por un programa de computadora que reproduce continuamente el trabajo en tiempo real: Una interacción entre las personas y el lugar que provoca un cambio continuo, los estados visuales anteriores nunca se pueden replicar y nunca volverán a ocurrir.

teamLab se inspiró en que, durante la primavera, en la península de Kunisaki, hay muchas flores de cerezo en las montañas y flores de canola; fue esta experiencia lo que llevó al estudio digital a preguntarse cuántas de esas flores fueron plantadas por personas y cuáles eran nativas del medio ambiente.

“Es un lugar de gran serenidad y alegría, pero el cuerpo expansivo de flores es un ecosistema influenciado por la intervención humana, y el límite entre el trabajo de la naturaleza y el trabajo de los humanos no está claro. En lugar de que la naturaleza y los humanos estén en conflicto, un ecosistema saludable es aquel que incluye a las personas”, señaló teamLab.