El filme de terror se grabó en el centro de Toronto a finales de la década de los 90.

La película American Psycho fue protagonizada por Christian Bale y estrenada el 14 de abril de 2000. Si bien en el libro –que lleva el mismo nombre– la historia está adaptada en la ciudad de Manhattan, fue en la pantalla grande que se escogió a Toronto para representarla.

Si bien la mayoría de las escenas de American Psycho se desarrollan en bares y restaurantes locales, Mary Harron, directora de la película, y Guinevere Turner, guionista, decidieron siempre explorar entre confusiones, ficción y realidad; un juego entre arquitectura, decoración y lugares.

Diversas fuentes mencionan que la directora fue quien acordó que la gran historia se filmara en su ciudad natal: Toronto.

El clímax de la película, por ejemplo, involucra bienes raíces comerciales icónicos de la ciudad canadiense: el Toronto-Dominion Centre diseñado por el arquitecto Mies van der Rohe e inaugurado oficialmente en 1967. Está conformado por dos torres casi idénticas de 55 y 44 pisos, y un pabellón bancario de una planta. En 2007, la Royal Architectural Institute of Canada declaró el edificio como “una obra maestra del siglo XX”.

El edificio al que reemplaza el TDC es a su contraparte de Nueva York, Seagram, también construido por van der Rohe e inaugurado en 1958.

Expertos dicen: “A través de la arquitectura, un edificio en Toronto simula a otro en Manhattan. La arquitectura característica de Toronto resulta genérica y, sin embargo, es ese carácter genérico el que, de alguna manera, también se convierte en la identidad de Toronto”.

La escenógrafa de American Psycho, Jeanne Develle, y el diseñador de producción, Gideon Ponte, crearon un entorno arquitectónico ideal para el filme, toda vez que el apartamento del protagonista es completamente minimalista, con paredes blancas y sofás impecables, no un típico lugar para un crimen.

 

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