Oki Sato y su firma de diseño, Nendo, fueron los creadores del pebetero esférico que se abrió para sostener la llama olímpica, pieza central de la apertura de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.

De acuerdo con el arquitecto y diseñador, la estructura se inspiró en el concepto de la ceremonia de “todos se reúnen bajo el mismo sol”, de ahí la forma esférica, elaborada a partir de diez paneles de aluminio.

El pasado viernes 23 de julio se llevó a cabo la ceremonia inauguración con la tenista japonesa, Naomi Osaka, quien realizó el último recorrido con la antorcha olímpica, parándose frente al Monte Fuji, para subir al ‘sol’.

De ahí se revelaron estos paneles con interiores reflectantes. Al respecto, Nendo señaló: “Al final de la ceremonia, el pebetero ‘florece’ para dar la bienvenida al último portador de la antorcha. Esto expresa no solo el sol en sí, sino también la energía y vitalidad que se puede obtener de él”.

Cabe destacar que el pebetero es la primero en unas olimpiadas en quemar ‘hidrógeno verde’, el cual, a diferencia del propano, que se ha utilizado como combustible para las llamas de ediciones anteriores, éste arde con una llama invisible e incolora, que se quema sin producir emisiones de gases de efecto invernadero.

Lo anterior, en seguimiento de presentar unos Juegos con mínimo impacto ambiental. En este sentido, los podios y medallas olímpicas fueron fabricadas con materiales reciclados.

 

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